Sánchez monta una gira para decirles a los españoles que deben consumir menos carne, ropa y viajes

El Gobierno de Pedro Sánchez quiere que los españoles conozcan al detalle sus propuestas de futuro para el país. Esas ideas se recoge en el polémico plan España 2050 que, entre otras cosas, señala que «la población española tendrá que reducir su ingesta de alimentos de origen animal, la cantidad de prendas de ropa que compra, o el número de dispositivos digitales y electrodomésticos nuevos que adquiere al año. También tendrá que volverse más comedida en sus desplazamientos».

El Ejecutivo ha organizado ahora una gira por todo el país, que ha llamado Diálogos sobre el Futuro, y que, a lo largo de dos meses, recorrerá todas las comunidades autónomas. Según el Gobierno, se pretenden «estimular conversaciones plurales, informadas y constructivas sobre el futuro y recabar propuestas concretas para incorporarlas a la Estrategia Nacional de Largo Plazo» que sintetiza la España 2050. 

La idea es celebrar 40 jornadas, con 100 mesas de debate en las que intervendrán más de 500 ponentes «entre los que estarán el presidente y las vicepresidentas del Gobierno; varios vicepresidentes y comisarios europeos; presidentes y consejeros autonómicos; ministros; secretarios de Estado; expertos de la Comisión Europea y el Parlamento europeo; analistas de organismos internacionales como las Naciones Unidas o la OCDE; alcaldes; CEO, emprendedores; académicos; periodistas y líderes del tercer sector y la sociedad civil», detalla Moncloa.

Además, se desarrollarán 37 talleres ciudadanos «en los que la población será la protagonista, podrá hacer escuchar sus propuestas y conversar con altos cargos públicos, académicos expertos e ‘influencers’». El programa se completa con conciertos, exposiciones, visitas y otras actividades culturales.

El Gobierno celebra que «España ha dejado atrás lo peor de la pandemia y, aunque aún queda mucho por hacer hasta derrotar completamente al virus, es hora de mirar hacia adelante y pensar en el mañana».

Consumo de carne

El plan España 2050 recoge algunas medidas que han sido especialmente polémicas, como la reducción del consumo de carne. 

En el informe se critican con dureza las costumbres de la sociedad española, destacando que: «Numerosos estudios señalan que el consumo de carne de la población española es entre dos y cinco veces superior al recomendable».

A continuación, el plan de Sánchez critica «el abandono progresivo de la dieta mediterránea y el incremento del consumo de productos de origen animal, responsables del 80% de las emisiones asociadas a nuestra alimentación», señalando que «el consumo de alimentos es hoy la principal fuente de los impactos ambientales que generan los habitantes de la Unión Europea».

Cabe recordar la polémica generada meses atrás cuando el ministro de Consumo, Alberto Garzón, propuso precisamente reducir el consumo de carne, a la que Sánchez respondió rotundo con un «a mí donde me pongan un chuletón al punto, eso es imbatible» pese a que su plan dice justo lo contrario.

«Moda rápida y barata»

El documento también critica que «es relevante el efecto que ha tenido la generalización de la moda rápida y barata (fast and low cost fashion)».

«En los países europeos se compra en la actualidad un 40% más de prendas de vestir de las que se compraban en 1996, lo que ha contribuido a aumentar drásticamente la huella ecológica del sector textil. Al mismo tiempo, la generación de residuos eléctricos y electrónicos per cápita en España se ha más que duplicado durante la última década, fruto del aumento del consumo de estos dispositivos, cuya vida útil es cada vez más corta», señala el plan de futuro del Gobierno.

Menos electrodomésticos

El plan de Sánchez de cara a 2050 también incluye un recorte en el consumo de electrodomésticos. «Para que España se convierta en una sociedad sostenible en el uso de recursos no bastará con transformar la forma en la que producimos los bienes y los transportamos, sino que también habrá que cambiar la forma en la que los consumimos», advierte.

En este contexto, se considera que «en las próximas décadas, la población española tendrá que reducir su ingesta de alimentos de origen animal, la cantidad de prendas de ropa que compra, o el número de dispositivos digitales y electrodomésticos nuevos que adquiere al año. También tendrá que volverse más comedida en sus desplazamientos (sobre todo cuando estos se realicen con medios altamente contaminantes), y prestar atención a la huella ambiental que su consumo genera más allá de nuestras fronteras».